dies feliços
Lentament caminaven cap a la platja, baixaven de la muntanyeta que hi ha al costat de la ciutat, shavien establert allí temporalment. Van haver de travessar un petit parc, molt net i ordenat, ell anava descalç i la grava que adornava els camins de la zona verda el molestava, per sort la distancia fins la rampa dentrada a la sorra era curta, ella es va descalçar en arribar a la tanca que separa la platja del parc, va seure allí i es va treure les sabates deixant al descobert aquells delicats peus, es preparaven per trepitjar aquell magnífic paisatge.
Hi havia poca gent, imaginà que era per lèpoca del any, tot i que feia ja calor. Millor,mes tranquils van pensar i seguien caminant amb decisió cap a la bora del mar, la sorra era suau i regalimava per damunt dels dits, el tacte agradable convidava a caminar.
La bellesa del espai, laroma del mar i la novetat del lloc els va fer turistes, collocaven la càmera al terra a sobre la sorra, amb delicadesa es van separar uns metres i el clic va immortalitzar el moment, va capturar el temps amb aquella caixeta negra. Van repetir el poder que els atorgava la caixa varies vegades, a tot arreu on creien que el espai tenia una lluentor especial. Amb la bossa al coll, i els pantalons arremangats el aigua transparent era una temptació que no es podia deixar passar, lagafà de la mà i amb una lleu estirada es van dirigir cap al mar....
Lentamente caminaban hacia la playa, bajaban de la montañita que hay junto a la ciudad, se habían establecido allí temporalmente. Tuvieron que atravesar un pequeño parque, muy limpio y ordenado, él iba descalzo y la graba que adornaba los caminos de la zona verde le molestaba, por suerte la distancia hasta la rampa de entrada a la arena era corta, ella se descalzó al llegar a la valla que separa la playa del parque, se sentó allí y se sacó los zapatos dejando desnudos aquellos delicados pies, se preparaban para pisar aquel magnífico paisaje.
Había poca gente, imaginó que era por la época del año, aunque ya hacía calor. Mejor, mas tranquilos pensaron y siguieron andando con decisión hacia la orilla del mar, la arena era suave y fluía entre los dedos, el tacto agradable invitaba a andar. La belleza del espacio, el aroma del mar y la novedad del lugar les hizo turistas, colocaron la cámara en el suelo, encima de la arena, con delicadeza se separaron unos metros y el clic inmortalizó el momento, capturó el tiempo con aquella cajita negra. Repitieron el poder que les otorgaba la caja varías veces, en todas partes dónde creían que el espacio tenía un brillo especial.
Con el bolso al cuello, y los pantalones arremangados el agua transparente era una tentación que no se podía dejar pasar, la cogió de la mano y con un leve tirón se dirigieron hacia el mar....
Hi havia poca gent, imaginà que era per lèpoca del any, tot i que feia ja calor. Millor,mes tranquils van pensar i seguien caminant amb decisió cap a la bora del mar, la sorra era suau i regalimava per damunt dels dits, el tacte agradable convidava a caminar.
La bellesa del espai, laroma del mar i la novetat del lloc els va fer turistes, collocaven la càmera al terra a sobre la sorra, amb delicadesa es van separar uns metres i el clic va immortalitzar el moment, va capturar el temps amb aquella caixeta negra. Van repetir el poder que els atorgava la caixa varies vegades, a tot arreu on creien que el espai tenia una lluentor especial. Amb la bossa al coll, i els pantalons arremangats el aigua transparent era una temptació que no es podia deixar passar, lagafà de la mà i amb una lleu estirada es van dirigir cap al mar....
Lentamente caminaban hacia la playa, bajaban de la montañita que hay junto a la ciudad, se habían establecido allí temporalmente. Tuvieron que atravesar un pequeño parque, muy limpio y ordenado, él iba descalzo y la graba que adornaba los caminos de la zona verde le molestaba, por suerte la distancia hasta la rampa de entrada a la arena era corta, ella se descalzó al llegar a la valla que separa la playa del parque, se sentó allí y se sacó los zapatos dejando desnudos aquellos delicados pies, se preparaban para pisar aquel magnífico paisaje.
Había poca gente, imaginó que era por la época del año, aunque ya hacía calor. Mejor, mas tranquilos pensaron y siguieron andando con decisión hacia la orilla del mar, la arena era suave y fluía entre los dedos, el tacto agradable invitaba a andar. La belleza del espacio, el aroma del mar y la novedad del lugar les hizo turistas, colocaron la cámara en el suelo, encima de la arena, con delicadeza se separaron unos metros y el clic inmortalizó el momento, capturó el tiempo con aquella cajita negra. Repitieron el poder que les otorgaba la caja varías veces, en todas partes dónde creían que el espacio tenía un brillo especial.
Con el bolso al cuello, y los pantalones arremangados el agua transparente era una tentación que no se podía dejar pasar, la cogió de la mano y con un leve tirón se dirigieron hacia el mar....
1 comentario
Raquel -
Puedes añadir una descripción haciendo click en "Añadir bitácora".
Gracias